ANTRACNOSIS DE LA FRESA EN CORONA Y FRUTA (Colletotrichum spp.)
SÍNTOMAS:
Peciolos y estolones
Las lesiones empiezan como pequeñas manchas rojas que se vuelven oscuras, deprimidas y alargadas. Éstas pueden crecer y rodear el peciolo o estolón. Las hojas muertas permanecen adheridas. A través de los estolones la enfermedad puede llegar a la corona.
Podredumbre de corona
El primer síntoma es la marchitez de la planta cuando sufre estrés hídrico. Cuando la enfermedad se extiende causa la marchitez y muerte de la planta. Corte longitudinal del rizoma: podredumbre firme y zona de color marrón rojiza.
Frutos
Presentan manchas redondeadas, deprimidas, al principio marrones, y que se tornan negras con el tiempo. Bajo condiciones de alta humedad se cubren de un mucílago rosa anaranjado, que son las fructificaciones del hongo. Las lesiones pueden aumentar de tamaño, cubriendo todo el fruto, que permanece firme, se seca y se momifica. Se manifiesta más en frutos maduros que en verdes.
Marchitez de flores
Son más susceptibles las flores abiertas. Éstas rápidamente se secan y marchitan.
Antracnosis en hoja
Se producen manchas circulares, de color marrón claro con borde rojizo. El hongo puede esporular dentro de esas lesiones formando acérvulos.
Ciclo de la enfermedad
La fuente de inóculo primario son las plantas infectadas provenientes de vivero. En zonas de producción de plantación perenne, el hongo puede sobrevivir en plantas infectadas y en restos de cosecha. En condiciones favorables para la enfermedad se producen conidias en abundancia en estolones, peciolos, frutos que son dispersadas por salpicaduras, por los trabajadores en la recolección y por la maquinaria utilizada. Las infecciones de corona a menudo se inician en el vivero, pero no manifiestan síntomas hasta que entran en producción.
El desarrollo de la enfermedad se produce con alta humedad relativa y temperaturas entre 15-30ºC, temperatura óptima de 20ºC.
Métodos de control
Medidas culturales:
– Partir de material vegetal sano.
– Utilizar variedades menos sensibles.
– Disminuir la densidad de plantación y los abonos nitrogenados.
– Evitar el riego por aspersión y utilizar acolchado plástico.
– Eliminar y destruir frutos y órganos afectados.
– Micorrización de la planta desde el vivero.