Fisiopatías más comunes en el Tomate

Rajado de frutos (Cracking o microcracking): Los frutos en estado de maduración son más sensibles al rajado. Esta fisiopatía se produce cuando el fruto reduce su ritmo de crecimiento debido a causas ambientales adversas. Tras el regreso de las condiciones ambientales óptimas, el fruto acelera el crecimiento intentando expandirse. Sin embargo, durante el período de tiempo que el fruto ha estado creciendo a un ritmo más lento, las paredes del mismo se han ido endureciendo, por lo que, al volver a su ritmo normal de crecimiento, se encuentra ante una pared menos elástica que le dificulta su propia expansión. Consecuentemente, se produce el rajado.

«Catfacing» o cicatriz leñosa pistilar: Los tomates con esta fisiopatía carecen normalmente de forma y presentan grandes cicatrices y agujeros en el extremo pistilar del fruto. En ocasiones, el fruto tiene forma arriñonada con largas cicatrices. Las causas son clima frío (T<15ºC, 3 semanas antes de la floración agrava el problema), poda excesiva y altos niveles de nitrógeno ya que pueden agravar el problema.

Golpe de sol: Consiste básicamente en un calentamiento físico del fruto por el sol. Para evitar la aparición de esta fisiopatía se debe mantener un volumen de follaje adecuado para sombrear el fruto.

Fitotoxicidad: Generalmente el tipo de síntoma que presenta el daño por herbicidas y/o insecticidas depende de la molécula del herbicida o insecticida. La severidad de los síntomas depende de la concentración del que alcance a la planta. Se pueden presentar deformaciones o decoloraciones de los tejidos.

Fuente: IFAPA

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