PESTE PORCINA CLÁSICA
La Peste Porcina Clásica (PPC), es una enfermedad altamente contagiosa que afecta a suidos, tanto domésticos como salvajes. Está causada por un virus de la familia Flaviviridae, género Pestivirus, y se caracteriza por originar lesiones hemorrágicas y tener normalmente un curso fatal en sus formas agudas, afectando a animales de todas las edades. La PPC debe ser descartada ante cualquier caso que curse con cuadro hemorrágico o de sintomatología nerviosa. La mortalidad y morbilidad suelen ser muy elevadas, si bien también se han descrito cepas de menor virulencia que causan infecciones crónicas o leves, con importantes pérdidas de neonatos y alteraciones de la fertilidad.
La forma más común de transmisión es mediante el contacto directo entre animales infectados (en la fase aguda o portadores) y animales sanos, a través de exudados (secreciones, excreciones, semen, sangre). El movimiento de animales es la principal forma de diseminación. Aunque existen otras importantes vías de contagio indirecto de esta enfermedad:
•Personas que entran en las explotaciones
•Contacto indirecto a través de materiales contaminados:
•Insectos y roedores.
•Inseminación artificial con semen contaminado.
•Alimentos para los cerdos a base de desechos insuficientemente cocidos.
•Purines contaminados.
•Transmisión de madres portadoras inaparentes a sus lechones (a través de la barrera placentaria).
Los jabalíes pueden actuar de reservorio de la PPC contribuyendo a su mantenimiento y difusión en las zonas afectadas, lo que puede conducir a situaciones de endemicidad que dificultan la erradicación de la enfermedad. De hecho, la lucha contra la PPC en los jabalíes es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los países afectados, teniendo que poner en marcha medidas de control específicas en la fauna silvestre para conseguir la completa erradicación de la enfermedad.
Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, CRESA