SESIA EN FRUTALES DE PEPITA
Se trata de un lepidóptero cuya larva se alimenta de la madera de varias especies de la familia de las rosáceas como el membrillero, el peral o el níspero, aunque el principal huésped es el manzano. Los adultos son fácilmente identificables por sus alas transparentes de bordes negros y por la franja de vivo color naranja que atraviesa su abdomen.
La forma invernante de esta plaga son las larvas, que crisalidan durante la primavera. Cuando el proceso de crisalidación ha concluido, las pupas emergen al exterior unos 5 mm, quedando fijadas al punto de salida. Poco después emergen los adultos, quedando así el despojo ninfal pegado a la salida de las galerías. El periodo de vuelo se prolonga desde principio de mayo hasta finales de agosto, aunque los máximos niveles de vuelo se dan entre mediados de junio y finales de julio. Las hembras fecundadas realizan la puesta de forma aislada en grietas, heridas y recovecos de la corteza de los árboles. Al cabo de una o dos semanas los huevos eclosionan, y las larvas neonatas penetran rápidamente bajo la corteza del árbol, comenzando la excavación de sus galerías para alimentarse de la zona del cambium de los troncos y ramas. El desarrollo larvario puede durar uno o dos años, en función de si la larva procede de las primeras puestas del verano o de las últimas. Las larvas son de color crema, con cabeza de color castaño, y alcanzan 2 cm de longitud cuando se encuentran completamente desarrolladas.
Los ataques de sesia ocasionan un declive y reducción del rendimiento de los árboles atacados, al perjudicar la circulación de la savia. En los troncos y ramas afectados se aprecian daños en la corteza, con chancros y zonas de corteza dañada que se desprenden fácilmente, a la vez que se observa la presencia de un serrín de color oscuro en el exterior.
Medidas de prevención:
Reducir al máximo las lesiones en tronco y ramas gruesas producidas por aperos, otras plagas y enfermedades, así como cortes de poda mal cicatrizados. En caso de producirse deben aplicarse productos cicatrizantes de heridas. Sanear los árboles afectados en el momento de la poda, durante el invierno, eliminando las ramas afectadas, retirándolas y quemándolas.
Fuente: Guía GIP Frutales de Pepita. Ministerio de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente.