Hasta el momento, están descritos 9 tipos diferentes del virus, pero los cuatro más importantes por su frecuencia son: el tipo Dideron (PPV-D) o sharka común, que afecta a albaricoqueros y ciruelo; el tipo Marcus (PPV-M), que es más agresivo que otros tipos en cuanto a los síntomas que produce y por su mayor facilidad de dispersión en melocotoneros; y los tipos Cherry (PPV-C) y Cherry Russian (PPV-CR), por su capacidad de infectar cerezos. El virus se transmite por injerto y otras multiplicaciones vegetativas. El modo de dispersión a larga distancia es el comercio de material vegetal de reproducción infectado, que en muchas ocasiones no presenta síntomas y por tanto, escapa al control visual frecuentemente utilizado. Algunas especies de pulgones comunes en frutales de hueso y visitantes de los mismos (Aphis spiraecola, Hyalopterus pruni y Myzus persicae) actúan como vectores del virus y lo transmiten de forma no persistente entre árboles de la misma parcela o de parcelas vecinas, por lo que son el modo de dispersión a corta distancia (inferior a 200 m).
Los síntomas se localizan en hojas y frutos. En las hojas, se observan manchas o anillos cloróticos en el limbo y amarilleamiento en los nervios secundarios. Estos síntomas foliares son difíciles de observar en melocotonero. En los frutos se producen decoloraciones superficiales y manchas y anillos cloróticos, que pueden ir acompañadas de deformaciones que imposibilitan su comercialización. En el caso del albaricoquero, también se pueden apreciar anillos cloróticos en el hueso del fruto (endocarpio), siendo este un síntoma muy específico de esta virosis. En determinadas variedades de melocotoneros infectados por PPV-M se pueden observar decoloraciones en los pétalos. Existen diferencias de sensibilidad varietal. Para una detección y un diagnóstico fiable es necesario realizar análisis en laboratorio.
Medidas de prevención:
La única forma de lucha contra el virus de la sharka es la prevención, cortando las vías de diseminación, controlando sanitariamente el material vegetal de las nuevas plantaciones, o reduciendo el inóculo e intentando la erradicación del virus mediante el arranque de árboles o parcelas completas en el momento de su detección, según un programa establecido. Se deberá utilizar como material de plantación exclusivamente el procedente de viveros autorizados, exigiendo y conservando el correspondiente pasaporte fitosanitario. Es aconsejable el uso de material vegetal certificado. Cuando el injerto lo realice el propio agricultor –plantaciones nuevas o reinjertos– el material vegetal deberá proceder también de viveros autorizados.
Fuente: Guía GIP Frutales de Hueso. Ministerio de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente.