SERPETA GRUESA EN CÍTRICOS
A diferencia de otras especies de diaspídidos de cítricos, ataca casi exclusivamente a cítricos y apenas se encuentra en otras plantas huésped. Todas las variedades son sensibles a sus ataques. El escudo de la hembra adulta es de color marrón oscuro, alargado y ligeramente curvado, mide de 2 a 3 mm de largo. El escudo del macho es más corto y estrecho, los adultos son alados. Los huevos, de 40 a 80 por hembra, se encuentran debajo de la cubierta de esta.
Poseen un aparato chupador robusto, con el que extraen savia de la parte del árbol en donde se han fijado. Ataca a tronco, ramas, hojas y frutos. Si hay ataque y no se le presta atención puede producir defoliación, seca de ramas atacadas y debilitamiento del árbol. Daños directos al debilitar al árbol con la extracción de savia, e indirectos al quedar los frutos en el envero con manchas verdosas, correspondientes a zonas en las que se ha situado el insecto y que no llegarán a alcanzar la coloración normal del fruto maduro. Los ataques se producen en árboles mal aireados y ramas bajas del interior del árbol.
La densidad poblacional de este diaspíno es máxima en el árbol en invierno, disminuyendo de forma acusada en primavera, y permaneciendo las poblaciones a un nivel mínimo en verano. Presenta de dos a tres generaciones al año. La primera tiene lugar hacia finales de mayo, principios de junio. La segunda ocurre a finales de agosto, las ninfas invaden el fruto y se refugian debajo del cáliz. En otoño, si se da, tiene lugar la tercera generación.
En el caso que se use un medio químico, es recomendable realizar podas de aireación antes del tratamiento de la primera generación.
Fuente: Guia GIP CÍTRICOS (Ministerio de Agricultura y Pesca de España)