GLIFODES O POLILLA DEL JAZMÍN, PLAGA DEL OLIVAR
Este insecto está presente de forma generalizada en las comarcas olivareras españolas si bien solo la ocurrencia de altas poblaciones hace necesario adoptar medidas de control. El adulto es una mariposa de color blanco uniforme que alcanza los tres cm de envergadura. Las larvas recién nacidas son de color amarillento, virando a verde brillante a medida que crecen y alcanzando los dos cm de longitud en su máximo desarrollo. Se diferencian de otras larvas defoliadoras del olivo por su tonalidad uniforme y translúcida. Se suceden varias generaciones solapadas, pudiendo encontrarse cualquiera de los estados durante todo el año. No obstante, en invierno su evolución se ralentiza significativamente. La explosión poblacional suele producirse en primavera-verano y en menor medida en otoño, coincidiendo con temperaturas más templadas y un mayor crecimiento vegetativo. Las larvas unen las hojas apicales con sedas y se refugian en su interior para alimentarse de ellas.
En el caso de plantones producen deformaciones y retrasos del crecimiento. En verano, si no hay brotes tiernos, las larvas pueden alimentarse de los frutos, especialmente cuando estos se presentan pareados.
Afecta principalmente a los árboles jóvenes en formación, sobre todo en olivares intensivos o super-intensivos. Durante los primeros años de crecimiento pude provocar daños graves por retraso de crecimiento y dificultad de entutorado. En verano, si no hay brotes tiernos, las larvas pueden alimentarse de los frutos, especialmente cuando estos se presentan pareados.
Si se detecta presencia de esta plaga, es recomendable, no abusar de abonos nitrogenados o del riego, para evitar que aumenten los brotes tiernos.
Fuente: Guía GIP Olivar (Ministerio de Agricultura, Ganaderia y Pesca de España