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Control Biológico en Moscas del Ganado.

Las moscas molestan a los animales y representan una amenaza para la producción y la salud del ganado. Las principales plagas las constituyen la mosca doméstica (Musca domestica) y la mosca picadora (Stomoxys calcitrans), que se desarrollan en la mayoría de explotaciones ganaderas. Además, actúan como vectores de enfermedades, empeorando la bioseguridad de la granja.


Existen enemigos naturales que se pueden emplear como estrategia de control biológico:

Depredadores: Algunos ácaros (familias Macrochelidae, Uropodidae y Parasitidae) depredan huevos y larvas de ambos tipos de moscas. Por ejemplo, el ácaro Macrocheles muscaedomesticae es capaz de consumir más de 20 huevos de mosca al día. Algunos escarabajos, como Carcinops pumilio, son depredadores de fases larvarias de las moscas. Estados larvarios de otros organismos, como la mosca del purín (Ophyra aenescens), que se encuentra de forma natural en los establos con estiércol líquido y purín, devoran fases larvarias de la mosca doméstica. La mosca del purín no causa molestias ni al hombre ni a los animales. En algunos países se comercializan estas moscas parar emplearlas en estrategias de control biológico.


Parasitoides: Los más importantes son dos especies de avispas (Muscidifurax raptor y Spalangia endius) que se encuentran de forma natural en muchas explotaciones ganaderas. Depositan un huevo dentro de la crisálida de las moscas, de forma que la larva del parasitoide se alimenta de ésta. Al ser parásitos selectivos de las moscas, no representan un peligro ni para el hombre ni para los animales domésticos. En algunos países se comercializa Spalangia endius como herramienta de control biológico de la mosca picadora.


Patógenos: Sobre todo bacterias y hongos, destacando la bacteria con mayor efecto insecticida conocida actualmente, Bacillus thurigiensis.

Escarabajo Carcinops pumilio. Fuente: Udo Schmidt
Avispa Muscidifurax raptor. Fuente: IFAPA

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Peste Porcina Clásica

PESTE PORCINA CLÁSICA

La Peste Porcina Clásica (PPC), es una enfermedad altamente contagiosa que afecta a suidos, tanto domésticos como salvajes. Está causada por un virus de la familia Flaviviridae, género Pestivirus, y se caracteriza por originar lesiones hemorrágicas y tener normalmente un curso fatal en sus formas agudas, afectando a animales de todas las edades. La PPC debe ser descartada ante cualquier caso que curse con cuadro hemorrágico o de sintomatología nerviosa. La mortalidad y morbilidad suelen ser muy elevadas, si bien también se han descrito cepas de menor virulencia que causan infecciones crónicas o leves, con importantes pérdidas de neonatos y alteraciones de la fertilidad.

La forma más común de transmisión es mediante el contacto directo entre animales infectados (en la fase aguda o portadores) y animales sanos, a través de exudados (secreciones, excreciones, semen, sangre). El movimiento de animales es la principal forma de diseminación. Aunque existen otras importantes vías de contagio indirecto de esta enfermedad:

•Personas que entran en las explotaciones

•Contacto indirecto a través de materiales contaminados:

•Insectos y roedores.

•Inseminación artificial con semen contaminado.

•Alimentos para los cerdos a base de desechos insuficientemente cocidos.

•Purines contaminados.

•Transmisión de madres portadoras inaparentes a sus lechones (a través de la barrera placentaria).

Los jabalíes pueden actuar de reservorio de la PPC contribuyendo a su mantenimiento y difusión en las zonas afectadas, lo que puede conducir a situaciones de endemicidad que dificultan la erradicación de la enfermedad. De hecho, la lucha contra la PPC en los jabalíes es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los países afectados, teniendo que poner en marcha medidas de control específicas en la fauna silvestre para conseguir la completa erradicación de la enfermedad.

Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, CRESA

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Fiebre Aftosa

FIEBRE AFTOSA

La Fiebre Aftosa (FA) o Glosopeda es una enfermedad infecciosa que afecta a un gran número de especies, causada por un virus de la familia Picornaviridae. Se caracteriza por originar lesiones de tipo vesicular en mucosas y epitelio de las en especies con pezuñas hendidas tanto domésticas como salvajes, afectando a animales de todas las edades. La morbilidad suele ser muy elevada debido a su alta transmisibilidad, si bien la mortalidad suele resultar baja, afectando principalmente a animales muy jóvenes. Se trata de una de las enfermedades víricas de mayor importancia debido a su gran poder de difusión, al elevado número de especies a las que afecta y a las pérdidas en la producción que origina.

Mediante la estimación de la edad de las lesiones, podremos estimar la fecha más probable de llegada del virus a la explotación, con lo que se podrá calcular, teniendo en cuenta el periodo de incubación y el periodo de excreción viral, el periodo de tiempo más probable de entrada y salida del virus en la explotación afectada.

Ante la aparición de un foco de FA, la estrategia de control recomendada por las autoridades sanitarias, es la implementación de estrictas medidas de bioseguridad, vigilancia sanitaria reforzada y control de movimientos para evitar la propagación de la enfermedad.

Sin embargo, en algunos casos, estas medidas pueden no ser suficientes para evitar que se propague la enfermedad y lograr su control. En estas situaciones, la vacunación puede jugar un papel muy importante en el control y erradicación de la FA, ya que reduce de manera muy significativa la incidencia de casos clínicos, así como la capacidad infectiva de los animales afectados por la enfermedad.

La enfermedad se encuentra distribuida de forma endémica por amplias regiones de África, Asia, Oriente Medio y Sudamérica.

Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca

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Brucelosis Bovina

BRUCELOSIS BOVINA

La brucelosis es el nombre general de las infecciones causadas por especies de bacterias del género Brucella en los animales o en el hombre. El ganado bovino en España se ve afectado principalmente por Brucella abortus y raramente por Brucella melitensis, mientras que el ganado ovino y caprino es afectado por Brucella melitensis.

Clínicamente la enfermedad se caracteriza por la presencia de abortos, retención de placenta, orquitis, epididimitis y raramente artritis, con excreción de los microorganismos en las descargas uterinas y en la leche.

La fuente primaria de infección son las hembras preñadas que, al abortar o parir, expulsan grandes cantidades de Brucellas con el feto. La vía de entrada del agente más importante es por ingestión de leche, pastos, forrajes y aguas contaminadas. Las vacas tienen además la costumbre de lamer membranas fetales, fetos y terneros recién nacidos, que contienen todos ellos gran número de Brucella y constituyen una fuente de infección muy importante.

Se puede lograr la erradicación mediante la cuarentena de explotaciones con individuos infectados, la vacunación, las técnicas de prueba y eliminación, diversas formas de vigilancia y la identificación del origen de la enfermedad. Se deben limpiar y desinfectar a fondo todas las áreas expuestas a los animales infectados y sus secreciones. Las vacunas contra B. abortus con las cepas 19 y RB51 se pueden utilizar para controlar esta enfermedad en áreas endémicas o como parte de un programa de erradicación.

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La Lengua Azul

LA LENGUA AZUL EN GANADO

La lengua azul es una enfermedad vírica aguda del ganado ovino, caprino y bovino, transmitida por dípteros hematófagos, de presentación estacional y curso febril, caracterizada por lesiones hiperémico-hemorrágicas en mucosa bucal, pezuñas y musculatura, con desarrollo de erosiones y ulceraciones.

El virus causante de la lengua azul es un virus ARN de la familia Reoviridae, género Orbivirus. Se han identificado veinticuatro serotipos distintos, y la capacidad de cada cepa para provocar la enfermedad varía considerablemente.

Tras la picadura de un mosquito Culicoides infectado por el virus de la lengua azul, éste se multiplica en las células endoteliales y se disemina rápidamente por los nódulos linfáticos regionales y la circulación sanguínea. La lesión principal asociada a la infección es el daño endotelial, que provoca agregación de plaquetas y coagulación. Esta lesión puede llegar a causar vasculitis, edema, microtrombosis, y en algunos casos necrosis de las zonas afectadas. El virus puede multiplicarse también en macrófagos y linfocitos estimulados. En la circulación sanguínea, el virus se mantiene durante varios meses fijado a los eritrocitos, hasta que éstos son eliminados de la circulación por el bazo.

No hay tratamiento eficaz. Sólo se puede aplicar tratamiento de apoyo para paliar los síntomas. Cuando se sospecha de la circulación del virus de lengua azul en una zona, se ponen en marcha diversas medidas para su control, entre otras:

Sacrificio y destrucción de animales con signos clínicos.

Establecimiento de una zona de protección y una de vigilancia.

Prohibición de movimientos de rumiantes dentro de la zona de protección.

Controles serológicos y entomológicos intensivos.

Aplicación de vacuna (con los serotipos presentes).

Aplicación de insecticidas y repelentes.

Control de los transportes de animales y desinsectación de los vehículos utilizados.

Declaración a las autoridades de todos los nuevos casos que puedan aparecer.

Fuente: CRESA y Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca